Chile había adquirido mala fama en Perú, dado el fracaso de la expedición de Almagro, debida a la resistencia indígena y también a la pobreza del territorio según los españoles. Sin embargo, Valdivia decidió encarar la operación. Conquistar un territorio era la única forma que la naciente sociedad colonial conocía para que un español se hiciera de nombre, prestigio, tierras y riquezas.
A Valdivia le fue difícil conseguir hombres para su expedición y esta se nutrió mayormente de indígenas fieles a los españoles. La caravana partió a principios de 1540 del Cuzco. Realizó su viaje a través del camino inca, es decir, por el oeste de la cordillera de Los Andes, atravesando el desierto de Atacama. En diciembre de ese año, Valdivia arribó por fin al Valle del Mapocho, región en la que actualmente se emplaza la ciudad de Santiago de Chile.
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